Las operadoras de telefonía móvil siempre están
entre las tres primeras de los rankings de las reclamaciones de los usuarios.
El motivo es evidente: la atención recibida es más que deficiente y la
impotencia es el sentimiento más popular.
En este post no os vamos
a dar el remedio mágico para luchar contra ellas porque no lo hay, existe una
gran desregulación al respecto y el resultado es que los ciudadanos se sienten desprotegidos. Por ello lo que os vamos a proporcionar son unas pautas a seguir
y una serie de consejos para hacerlo lo más llevadero posible.
Mucho ojo con las portabilidades. Es muy común
que iniciéis una portabilidad con el único fin de que os mejoren la oferta o
que os regalen un terminal pero en muchos casos cuando vais a cancelarla os
ponen pegas o directamente os dicen que se os ha pasado el plazo. Frente a eso
poco es lo que podéis hacer legalmente, sois de otra compañía y habéis perdido todos
los privilegios que teníais con la anterior, ese es el único perjuicio que se
os ha causado. Podéis pedir una contraportabilidad en un plazo de 7 días sin
penalización pero tener claro que seréis un alta nueva para vuestra compañía de
siempre. Por su puesto podéis interponer una reclamación pero de poco servirá.
Si lo que es ocurre son problemas de
facturación o de penalizaciones indebidas, por ejemplo, debéis interponer la
reclamación en vuestra compañía, primero vía telefónica y después por escrito.
Y si continúa la discrepancia acudir a la Secretaría de Telecomunicaciones con
copia de la factura y de todo lo alegado. Lo podéis mandar todo por correo
ordinario, no hace falta que os desplacéis.
Y por último unos consejos prácticos; si podéis,
anotar el nombre del operador que os atiende en cada llamada, los números de
referencia, ofertas o cualquier tipo de incidencia. Prestar mucha atención a
los contratos por teléfono: incompatibilidades de tarifa con módulos de ahorro,
permanencia, penalizaciones, horarios de tarifa plana, qué pasa cuando se
acaban los megas de Internet, por ejemplo.
No obstante, en cualquier contrato hay un plazo
de 7 días para desistir de él sin penalización, por lo que si decidís cambiaros
ya sabéis el tiempo que tenéis. ¡Ah! Y si el móvil os lo permite grabar las
conversaciones porque luego las operadoras no te las facilitan en la mayoría de
los casos a no ser que sea con una orden judicial y sobre todo, ¡armaros de
paciencia!
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