Estos días se está debatiendo
mucho sobre aumentar el control y los castigos de los comentarios que los
usuarios hacen en redes sociales. Las detenciones de varios tuiteros por presuntos delitos de apología del asesinato y del terrorismo a
través de internet nos hacen
pararnos a pensar sobre la legalidad y penas de estas conductas.
Ensalzar un delito sólo es
castigable en relación con actos de terrorismo. Pero si hablamos de apología, ésta
sí sería delito como forma de provocación e incitación directa a cometer un
delito. Por tanto, comentarios en la red de aplauso por la muerte de alguien es
de muy mal gusto, pero no es delito, ya que no existe una situación de peligro real
para una persona.
Por otro lado, la ley sí es muy
clara castigando la difusión por cualquier medio, como sería Internet, de ideas
o doctrinas que justifiquen las
manifestaciones de odio, discriminación o violencia por pertenencia a una raza,
religión, sexo, orientación sexual, enfermedad o minusvalía, con pena de
prisión de 1 a 2 años. Estos castigos nunca pueden iniciarse de oficio, sino
que es necesaria una denuncia previa de los perjudicados.
Con la actual legislación es complicado perseguir
alguno de los comentarios que se hicieron en la red tras el asesinato de Isabel
Carrasco ("Se lo tenía merecido", por ejemplo). El derecho al honor de una persona fallecida se puede proteger, pero no por la vía penal, sino por
la vía civil.
Ante esta actividad online, el gobierno está tramitando una reforma
del Código Penal que cambiaría este escenario. Se ampliaría el castigo a
quienes fomenten, promuevan, inciten o enaltezcan estos delitos de genocidio o,
contra quienes lesionen la dignidad con acciones de humillación, menosprecio o
descrédito, entre otras conductas.
Cuando la nueva regulación esté aprobada
muchos de los comentarios que actualmente se están vertiendo en la red sí
serían punibles penalmente frente a un tribunal. El ministerio de Interior además, ya
está trabajando para aumentar los controles en la red, por lo que a partir de
ahora habrá que tener mucho cuidado con los comentarios online.
De manera que si os veis
envueltos en alguna de estas circunstancias por vuestros comentarios online, os
recomendamos que os asistáis de un buen abogado que defienda vuestros derechos y libertad de expresión.
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